lunes, 12 de septiembre de 2011

Técnicas de relajación


El estrés, cada vez más presente en nuestros días, puede afectarnos de diferentes maneras. Podemos sentir una pequeña inquietud, nudo en el estómago o sensación de agobio que nos acompaña en ciertos momentos, o convertirse en una sensación más intensa que nos provoca síntomas de ansiedad, incapacidad para enfrentarnos a situaciones corrientes y malestar general.

En cualquier caso, y sea cual sea el nivel de estrés, siempre nos vendrá bien contar con técnicas que nos ayuden a relajarnos. Para mí, es como tener una as en la manga, la tranquilidad de decir, sí estoy nerviosa pero soy capaz de relajar mi cuerpo y mi mente antes de que vaya a más.

En esta entrada os cuento una técnica que utilizo y tengo comprobado que funciona. La llamo la luz violeta, el violeta es un color que proporciona paz a la mente y es perfecto para relajarnos.

Esta técnica de relajación consiste en lo siguiente:

Túmbate boca arriba en un lugar cómodo y tranquilo, donde nadie te moleste. Incluso puedes hacerlo en la cama antes de dormirte, aunque yo cuando lo hago en la cama suelo quedarme dormida antes de finalizar el ejercicio J.

Una vez tumbada relaja los músculos y realiza cuatro respiraciones profundas, inspirando lentamente, notando como el aire llena los pulmones y expirando muy despacio. Al expirar el aire imagina que sueltas con el toda la tensión, problemas, aquello que te inquieta. No te centres en pensar en ello solo nota como sale y se aleja.

Tras repetirlo cuatro veces mantente tumbada, relajada, con los ojos cerrados e imagina una luz violeta, suave y de movimientos lentos que se acerca a tus pies. Esta luz irá recorriendo tu cuerpo lentamente y relajará cada músculo, cada parte por la que pase. Imagínala comenzando en los pies, siente como relaja cada dedo, el empeine, sube hacia el tobillo, allí por donde pasa esa zona queda totalmente relajada, sube por la pierna, rodillas,…

Continúa el ejercicio de esta forma, recuerda pasar la luz por la espalda, cervicales, cuello, cabeza, relajando tu mente. Mientras lo realizas no pienses en nada, céntrate en el color violeta suave de la luz y en cómo relaja cada parte de tu cuerpo.

Cuando termines abre los ojos, levántate tranquilamente  y, por supuesto, ocupa tus pensamientos solo en aquello que te hace sentir bien.

Haz la prueba, es un ejercicio muy sencillo de hacer, incluso antes de dormir, y comprobarás que funciona muy bien.

Consejo: aunque puedes hacerlo antes de dormir, ya que no siempre tenemos tiempo de dedicarnos un rato en cualquier otro momento del día, y esta técnica te permitirá descansar relajada toda la noche. Siempre que puedas aprovecha para buscar otro momento para hacerlo, buscar un rincón tranquilo, encender una barrita de incienso o velas aromáticas de lavanda y crear una atmósfera agradable y de paz.

Por muy duro que haya sido o vaya a ser el día, dedicarte un espacio tan agradable y hacer este ejercicio reconfortante te permitirá enfrentarte a todo lo demás con calma y positividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario